El barranco de Ordiceto es sin duda una pequeña joya excavada en granito del valle de Bielsa. La gorga labrada durante cientos de años ha dado lugar a pequeños rincones de gran belleza. Con una extensa cuenca hidrográfica tendremos que tener en cuenta su caudal, posible deshielo repentino por elevadas temperaturas o las abundantes tormentas en verano.
El caudal puede limitar nuestro descenso siendo la época recomendable en verano y otoño. Este descenso alterna zonas abiertas de bosque con grandes bloques, zonas encauzadas, sombrías,… en definitiva un barranco acuático, entretenido, con rápeles pequeños y que nos habría gustado que tuviese más continuidad.
La imagen que todos hemos visto multitud de veces en la portada de una guía, de las que se han editado de barrancos ya no lo encontraremos con la misma estética. La estrecha canal donde se encauzaba el agua y que servía de soporte del tronco, hace tiempo que recibió una crecida obligando a este a desplazarse unos centímetros más abajo restándole dificultad al rapel.
El canal de captación de las aguas que van a la hidroeléctrica nos sirve para sacar una fotografía inusual en un barranco. En este punto no abandonaremos el cauce sino que seguiremos descendiendo un par de rápeles más hasta llegar a coger por la derecha el sendero de retorno.
Texto y Fotografías: Luís Marín
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