Este descenso situado en la isla de Cerdeña se realiza habitualmente seco, en un entorno grandioso de roca caliza que nos recuerda mucho a la Sierra de Guara. Es uno de los clásicos del valle de Lanaitho junto con los descensos de Badde Piras, Codula Bidighinzu, Su Codulone y Badde Doronné. Para el acceso partiremos desde el refugio que se ubica junto a la Grotta Sa Oche, pasaremos por unas ruinas arqueológicas (Sa Sedda E Sos Carros) y por un fuerte lapiaz nos acercaremos a la parte alta del valle para buscar el inicio del Badde Pentumas.
En este descenso predominan los rápeles pequeños ya que no se superan en ningún momento los 30 metros de longitud, concentrando el mayor número de dificultades en su parte intermedia. Se inicia en la unión de dos afluentes que nos asoma a una ventana con vistas panorámicas a un vasto circo de roca. Ejecutamos un pasamanos de 6 metros seguido de dos rápeles encadenados de 22 y 13 metros, a continuación andamos un poco por una zona más abierta y nuevamente nos introducimos en un pasaje con paredes más altas y estrechas.
Continuamos progresando con una sucesión de pequeños rápeles (19, 15, 13, 15, 5, 14, 25, 15, 18 y 14 metros) alternando entre ellos con destrepes y cortos tramos de progresión donde la circulación del agua y los goteos hacen su presencia en pequeñas cantidades.
Alguna pequeña cueva y rápeles estéticos adornan este descenso para llegar a una zona plana donde nos encontramos un gran circo de roca que hace que miremos atónitos sus grandes dimensiones, sus colores, estratos, balcones…
En este idílico lugar se puede optar por quedarnos a realizar una vía ferrata bien equipada o terminar de salir por el cauce con varios destrepes y un rapel de 8 metros hasta dar con la pista que nos llevará al punto de retorno.
Texto: Luís Marín
Fotografía: Luís Marín, J.J. Zubicoa y Bomberos de Navarra
No hay comentarios:
Publicar un comentario