El cañón es uno de los atractivos turísticos de Cala Gonone junto con el descenso de la Poltrona y la cueva Blue Marine. Es un barranco de carácter seco y adecuado para la iniciación con una parte central calcárea bien encajada y de interés.
El acceso lo realizamos desde Cala Gonone subiendo el puerto hacia el túnel que comunica con Dorgali, en el lado izquierdo una señal nos indica la dirección hacia un sitio arqueológico llamado Nurague Mannu. Después de 4,5 kilómetros la carretera da paso a un cruce de pistas; coger la de la izquierda que lleva a Codula Fiuli donde estacionaremos el vehículo en una curva. Para el segundo vehículo partimos de Cala Gonone por la costa en dirección sur hasta Cala Fiuli playa, aquí finaliza la carretera y es donde estacionaremos.
Después de un rato de marcha llegamos a los dos primeros rápeles de poca envergadura, continuamos nuevamente andando por el cauce y realizamos algún destrepe.
Nos vamos acercando a la zona encajada del descenso y es sin duda lo mejor de este recorrido. De no ser por este tramo que nos ha parecido maravilloso consideramos que no merecería la pena realizarlo. Un pasamanos nos acerca a la cabecera de un rápel de 21 metros tocando suelo en una curva abovedada. Continuamos con un destrepe y alcanzamos nuevamente otro rápel, este de 16 metros. Pasamos por debajo de un bloque empotrado y salimos por un pasillo de la zona encajada.
Un rápel de siete metros antecede a una larga marcha con abundancia de vegetación en el cauce. Aprovechamos esta zona para observar numerosas cuevas, altas paredes...
Llegamos a la proximidad del mar pasando por las vías de escalada y nos acercamos a refrescarnos un poco ante la falta de agua que hemos padecido. Retornamos por las escaleras hasta el aparcamiento.
Texto: Luís Marín
Fotografía: Luís Marín, José Javier Ruiz y Bomberos de Navarra
Después de un rato de marcha llegamos a los dos primeros rápeles de poca envergadura, continuamos nuevamente andando por el cauce y realizamos algún destrepe.
Nos vamos acercando a la zona encajada del descenso y es sin duda lo mejor de este recorrido. De no ser por este tramo que nos ha parecido maravilloso consideramos que no merecería la pena realizarlo. Un pasamanos nos acerca a la cabecera de un rápel de 21 metros tocando suelo en una curva abovedada. Continuamos con un destrepe y alcanzamos nuevamente otro rápel, este de 16 metros. Pasamos por debajo de un bloque empotrado y salimos por un pasillo de la zona encajada.
Un rápel de siete metros antecede a una larga marcha con abundancia de vegetación en el cauce. Aprovechamos esta zona para observar numerosas cuevas, altas paredes...
Llegamos a la proximidad del mar pasando por las vías de escalada y nos acercamos a refrescarnos un poco ante la falta de agua que hemos padecido. Retornamos por las escaleras hasta el aparcamiento.
Texto: Luís Marín
Fotografía: Luís Marín, José Javier Ruiz y Bomberos de Navarra
No hay comentarios:
Publicar un comentario