El jueves pasado hicimos una pequeña incursión a Pagomari para comprobar el estado de los anclajes y conocerla (los que no la habíamos visitado aún).
Salió un día "fresco" y había bastante nieve en Aralar, pero con el reclamo de unos huevos con txistorra en Lekunberri no se puede echar nadie atrás...
Tras algún contratiempo inesperado que casi nos hace volver a casa con un remordimiento de aúpa por habernos metido unos huevos para desayunar y no haber quemado ni una triste caloría, conseguimos entrar por la alcantarilla. Y si en la calle hacía rasca, en la sima... Empapad@s en agua de deshielo y con el zulo aspirando modo túnel del viento no se estaba mejor. Los murciélagos ya entrarán, ya, pero salir...
Y pasado ese trago el resto comer y cantar, una entretenida jornada al resguardo de las inclemencias meteorológicas.
Y he aquí el contratiempo principal: Parece ser que la chavalería pasó por allí pidiendo la noche de Jalogüín y como no les dieron caramelos no hubo trato, con lo cual: truco. -Si no hay caramelos no hay casa, os quedáis en la calle mojándoos.
¡Los gamberros de ellos pusieron un candado y no le dieron llaves ni al guarda!
Estas costumbres forasteras... ¡no se yo si las entenderé algún día!
Vídeo: Ernesto.
Texto: Zuriñe.
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