Aprovechando una ventana de buen tiempo que últimamente
escasean, nos vamos a este barranco desconocido para nosotros y la mayoría de la
gente. Llevábamos tiempo queriendo visitar este rincón de la Sierra de Andia
pero una posible futura prohibición (anidamiento en la zona de águila
perdicera) nos da el impulso a conocerlo.
A pesar de la fama que tiene el barranco de cerrado por la vegetación
no es para tanto y tiene zonas de verdadero interés. Un comienzo muy bonito con
una sucesión de pequeños rapeles entre estrechos, un "beso de las
paredes" y un pequeño circo preceden a una zona larga de andar sin interés
para terminar con 2 buenos rapeles de 28 y 20 metros en una zona donde la
sierra termina en unos bonitos paredones. Una pena que a pesar de las lluvias
solo corriese agua por el último rapel. Por lo menos todas las pozas estaban
llenas y limpias.
Acceso: Nosotros
usamos combinación de vehículos. El primero lo dejamos tras recorrer una pista
que sale desde Guembe hacia el norte. Tras ascensión en una marcada curva se
aprecia el final del barranco (dejar donde no moleste). Con el otro vehículo
subimos desde Guenbe hacia la cabecera del barranco por el puerto hacía
Munarriz. En este pueblo tomamos una pista que sale hacia el Oeste. Cuando
cruzamos el cauce del rio aparcamos.
Tras 5 minutos por el margen izquierdo del barranco entramos al cauce.
Texto y fotos : Jotas
Texto y fotos : Jotas
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